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COMO CREAR UNA EMPRESA EN EL PERÚ – UN ANÁLISIS ESPECIAL QUE TODO EMPRENDEDOR DEBE HACERSE ANTES DE PONER EN MARCHA SU PROYECTO DE NEGOCIO.

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COMO CREAR UNA EMPRESA EN EL PERÚ – UN ANÁLISIS ESPECIAL QUE TODO EMPRENDEDOR DEBE HACERSE ANTES DE PONER EN MARCHA SU PROYECTO DE NEGOCIO.

Amigo(a) emprendedor(a), Si estás pensando en poner un negocio en lima o en cualquier parte del Perú, antes de poner en marcha tu idea, deberías hacerte estas preguntas que el GRUPO EPB ha seleccionado para Ud.

¿SOY YO VIABLE COMO EMPRESARIO?

Lo primero que hay que hacer para saber si es viable una idea de negocio, es dar la vuelta a la pregunta y cuestionarse ¿soy yo viable para la idea?, ésta es la pregunta clave y, sin embargo, muchos emprendedores no se plantean. Muchos expertos en creación de empresas coinciden con esta opinión y dan a la idea de negocio un valor relativo. Ya que pueda que sea mala la idea para otros, pero tienes el perfil de emprendedor para esa idea estas en buen camino.

En este sentido, el perfil del emprendedor y del equipo es uno de los factores que más influye en el éxito de un proyecto, por ello es de suma importancia, hacerse un autoexamen con un alto grado de honestidad. Por ejemplo, si pretendo lanzar un proyecto basado en habilidades de Relaciones Públicas y comerciales, pero tengo dificultades para comunicarme y una timidez alarmante, debo darme cuenta de que ese no es el proyecto más indicado para mi perfil. Y aunque parezca obvio, muy pocos lo hacen y siguen con una idea que no es idónea para su perfil. Por ello es importante que te hagas la pregunta ¿Tengo las capacidades y habilidades necesarias para llevar a cabo mi proyecto? ¿Quiero desarrollar mi carrera profesional como empresario? Si las respuestas son afirmativas, entonces pasa a la siguiente pregunta.

¿ESTOY DISPUESTO A DORMIR MUY POCO LOS PRÓXIMOS AÑOS?

En el análisis anterior has comprobado que tienes muy buena habilidad para negociar, para vender, para comunicar, para tomar decisiones, etc,. Que eres una persona creativa y que no te arrugas ante las dificultades. Que tienes capacidad de liderazgo, para dirigir equipos, para delegar… Llega el momento entonces, de saber si eres el primer convencido de tu proyecto. El emprendedor debe analizar hasta qué punto está dispuesto a luchar, a asumir el riesgo que implica sacar un negocio adelante, Si buscas seguridad y comodidad personal, mejor no te metas a emprender, porque las iniciativas empresariales implican no dormir bastantes noches. Entonces, ¿estás dispuesto a pasar penalidades? ¿A aguantar que muchos no te entiendan? Si la respuesta es que prefieres estar tranquilo a partir de las cinco de la tarde, quizás la iniciativa empresarial no sea tu mejor alternativa. En caso contrario, sigue leyendo.

¿TENGO EXPERIENCIA EN EL SECTOR?

No es imprescindible, pero ayuda. La mayoría de ideas surgen en el entorno del empresario. Así si estás trabajando en una entidad pública o privada, lo más idóneo sería que emprendas negocios que tiene que ver con lo has realizado en la entidad que trabajaste. La mejor manera de aportar valor al mercado es emprendiendo en un sector que se conozca, sobre todo si el proyecto es de pequeña dimensión.

¿EN QUÉ CONSISTE MI IDEA DE NEGOCIO?

Para poner en marcha una empresa es fundamental tener clara la idea de negocio y conocer la materia. Tienes que analizar para qué y para quién está pensado, y por qué sería valorado tu producto o servicio en el mercado.

Todos los expertos en creación de empresas coinciden en señalar la importancia de este análisis de la idea de negocio: ¿Qué productos o servicios voy a ofrecer al mercado? ¿Cuál va a ser mi modelo de negocio? ¿Qué innovación, desde el punto de vista tecnológico o empresarial, aporta mi empresa? Son algunas de las preguntas que todo emprendedor debe responder. Este análisis puedes realizarlo utilizando la siguiente herramienta.

¿CUÁLES SON TUS DEBILIDADES, AMENAZAS, FORTALEZAS Y OPORTUNIDADES?

Las iniciales de estas cuatro palabras forman el acrónimo DAFO, un recurso imprescindible para analizar la viabilidad de una idea de negocio. Consiste en trasladar al papel la evaluación de los puntos fuertes y débiles de la empresa para ver cuál es la estrategia más adecuada para poner en marcha el negocio.

Por ejemplo tienes que analizar tus posibilidades y así comprobaras si constituirte como empresario(a) es tu mejor opción. En este sentido, con la herramienta del DAFO te permite situarte frente al mercado y comprobar si hay hueco para lo que vas a ofrecer o si, por el contrario, es mejor replantearse la situación y cambiar los planes. Si al hacerlo nos damos cuenta de que no hay mercado, o de que va a resultarnos muy complicado encontrar nuestro sitio porque se necesitan unos recursos técnicos, financieros o humanos que no tenemos, es mejor dar marcha atrás. Y Si, finalmente, las fortalezas y oportunidades de tu idea superan a los inconvenientes, sigue con el análisis.

MI PRODUCTO O SERVICIO ¿CUBRE UNA NECESIDAD DE MERCADO O BUSCO CREARLA?

Llega el momento de estudiar el público al que vamos a dirigirnos. Otra piedra angular del análisis de viabilidad. Es recomendable empezar estudiando si existe un mercado para lo que voy a ofrecer. En caso afirmativo, habrá que comprobar si puedo ocupar un hueco de ese mercado y, en caso negativo, si puedo crear una nueva necesidad. Claro que, en este último caso, conviene no perder el norte: No es fácil despertar un nuevo interés en los consumidores a escala planetaria, y mucho menos para una empresa de reducida dimensión. Por ello es importante tener en cuenta que es más fácil hacer mejor lo que otros competidores hacen mal o dirigirse a un nicho de mercado desatendido que inventarse un producto o lanzar un servicio nuevo al mercado. De hecho, la mayoría de empresas que existen en el mercado nacional tienen su origen en una necesidad del mercado.

¿CUÁL ES EL MERCADO POTENCIAL AL QUE ME DIRIJO?

Para saber si un producto o servicio es vendible o asumible por el público, hay que acudir a una herramienta indispensable de investigación: el análisis de mercado. Se trata de averiguar si existen clientes dispuestos a pagar por lo que vas a ofrecer. Y, en ese caso, quiénes son, dónde viven, qué hacen y por qué comprarían tu producto o servicio. También hay que analizar cómo es el sector donde voy a competir y cómo va a evolucionar los próximos años. Para obtener esos datos puede consultarse información en Internet, realizar un trabajo de campo y observación, hacer pequeñas encuestas y entrevistas a clientes potenciales. Además, los expertos recomiendan empezar el análisis a partir de un cliente real, con nombre y apellidos. Ya que muchas mypes que triunfan en la actualidad se lanzaron al mercado a partir de un único cliente. Así empezaron y mejoraron la idea y el modelo de negocio y después empezaron a ganar cada vez más cuota de mercado, gracias a su publicidad de la boca a oído.

¿CÓMO ES MI CLIENTE OBJETIVO?

Es muy beneficioso tener identificado a nuestros clientes para poder planificar los ingresos estimados, la tasa de aceptación del negocio. Y es importantísimo también tener en cuenta que el público, como el mercado, evoluciona. Por eso, debemos estar siempre atentos a los cambios en sus necesidades y a la aparición de nuevas tendencias de consumo para no quedarnos sin capacidad de respuesta.

¿ES EL MOMENTO ADECUADO PARA LANZAR MI IDEA?

Lo mejor es montar la empresa haciéndola coincidir en el tiempo con tendencias favorables. Por ejemplo, en la actualidad vivimos todos los peruanos en zozobra por el tema de la delincuencia, la inseguridad en todos los niveles, por lo que sería una buena idea lanzar un negocio que tenga relación con el tema de la inseguridad; otro ejemplo sería  ahora que la gente está más sensibilizada con la educación de los niños que hace años y, por tanto, quizá sea un buen momento para poner en marcha una empresa de apoyo educativo a domicilio. Tampoco hay que despreciar la importancia de la suerte: Es uno de los factores que más puede influir en el éxito o fracaso de un negocio. Desgraciadamente, la suerte también puede volverse en tu contra. Por ejemplo, si montas un negocio justo cuando una corporación internacional pone un establecimiento que forma parte de su negocio tu proyecto de negocio.

En el análisis del momento de lanzamiento también debes tenerlo muy en cuenta si importas una idea de negocio de éxito en otro país: Una de las fuentes más importantes y habituales de innovación empresarial es la traslación, es decir, la implantación en un nuevo mercado de un producto o servicio que funciona en un determinado lugar del espacio tiempo. Pero esto no siempre garantiza que se vayan a obtener clientes (quizá el mercado no está preparado, o el negocio tiene restricciones legales, o la idea no encaja con las tendencias de consumo).

¿EXISTEN COMPETIDORES EN EL MERCADO?

La respuesta más probable a esta pregunta es sí. Pero la siguiente que debes plantearte es: ¿Quiénes son? ¿Cuáles son las ineficiencias que veo en sus servicios y qué pretendo mejorar? Si el mercado está maduro, ¿cómo puedo captar sus clientes? Recuerda que tú llegas al mercado después y que sólo si conoces perfectamente los puntos débiles de tu enemigo podrás ganar la guerra. Estudiando la oferta de un sector se pueden detectar nichos sin cubrir.

¿CÓMO SON Y CUÁLES SON SUS ESTRATEGIAS DE VENTA?

El análisis de la competencia es una tarea que con un poco de tiempo e imaginación puede hacer perfectamente el emprendedor. Observa el tipo de cliente que tienen tus competidores. Conviértete en comprador ficticio para ver sus estrategias de atención al cliente, de venta, etc. Investiga si tienen aliados estratégicos, qué estrategia de marketing utilizan, qué política de personal tienen.

¿CUÁLES SON MIS VENTAJAS COMPETITIVAS?

El análisis de la competencia que debes realizar tiene un doble objetivo: demostrar que las supuestas ventajas competitivas de tu idea de negocio son reales y descubrir alguna más. En este punto, quizás te surja una duda: ¿Qué ocurre si no tengo ventajas competitivas? Por ejemplo, si mi intención es reproducir el éxito de una empresa que funciona, ¿puedo poner mi empresa sin más? Pues la respuesta es rotunda: ¡no! Nunca se puede copiar un negocio exitoso tal cual. Es necesario ser creativo y aportar nuevos valores, porque al llegar más tarde al mercado que el otro no le podremos quitar cuota de mercado haciendo exactamente lo mismo. Innovación, esa es la palabra mágica: El emprendedor puede partir de lo que sabe, de lo que conoce, pero tiene que innovar día a día para crear algo propio, algo con aspectos diferenciales a lo que existe en el mercado.

¿QUE NECESIDADES TÉCNICAS Y FINANCIERAS REQUIERO?

A partir de este punto, empieza a pasar de la idea a la empresa. Es hora de analizar qué recursos necesitas para poner tu negocio y de saber si puedes conseguirlos. Por ello te recomendamos que respondas, sinceramente, a las siguientes preguntas: ¿Qué tecnología necesito para producir mi producto o servicio? ¿Cuánto personal tengo que contratar para desarrollar el negocio? ¿Qué parte de la cadena de valor puedo subcontratar? ¿Necesito alguna licencia? ¿Cuánto dinero me hace falta para empezar?

¿CUÁLES VAN A SER MIS INGRESOS Y MIS GASTOS?

Toca hacer cuentas, o lo que es igual, plasmar todo lo anterior en un plan financiero con una previsión de los ingresos y gastos necesarios para que la empresa sea rentable. Para tener una primera aproximación, puedes hacer una cuenta rápida como te mostramos aquí. Te recomendamos que seas exhaustivo a la hora de hacer este análisis porque las previsiones normalmente se parecen poco a la realidad y tendemos a olvidar gastos y a magnificar los ingresos. Los gastos normalmente superan cuando estas en la realidad.

¿DEMUESTRAN LOS NÚMEROS QUE EL NEGOCIO ES RENTABLE?

A veces los emprendedores suelen engañar al papel a la hora de hacer las previsiones económicas de su empresa. Craso error. En primer lugar, la creencia de que falseando los números se consigue más fácilmente financiación no es cierta. Ningún banco o inversor va a sorprenderse porque el plan financiero de una empresa salga negativo el primer año. Es más, seguro que ni siquiera prestan demasiada atención a ese dato, si las previsiones del resto de ejercicios demuestran que el negocio puede ser rentable. En segundo lugar, si las cuentas demuestran que no es viable montar una heladería en la calle más comercial del centro de Lima, ¿por qué vamos a empeñarnos en ello? Claro que tampoco hay que irse al extremo contrario haciendo unos números tan pesimistas que nos echen para atrás a la primera de cambio. Se trata de hacer un plan serio, realista y coherente con las posibles circunstancias de tu negocio.

¿ES UNA IDEA CON CAPACIDAD DE EVOLUCIONAR?

A lo largo de este análisis hemos recordado varias veces que las empresas, como la sociedad, deben evolucionar. Y vamos a hacerlo una vez más. Tenemos que estar seguros de que nuestro negocio puede seguir siendo rentable si las circunstancias cambian y buscar todas las posibilidades de obtener dinero. Un ejemplo: si quieres poner una tienda de revelado fotográfico. Y ¿qué pasaría si en unos años los consumidores dejan de acudir a estos comercios porque gestionan sus revelados a través de Internet? Pues que yo debería anticiparme a esa posibilidad creando una página web que ofreciera el servicio de revelado on line. ¿Y si cambian los gustos y la fotografía se pone de moda como elemento decorativo? Pues que yo tendría que complementar mi oferta ofreciendo la posibilidad de revelar fotografías en artículos como lámparas, cabeceros de cama… En definitiva, debemos asegurarnos de que nuestra idea de negocio no se va a agotar como una moda pasajera.

¿TIENE MI IDEA OPCIONES DE VIABILIDAD EN EL FUTURO?

¿Qué va a ser de mi empresa dentro de 10 años? Esto es lo que debes tener en mente al analizar la viabilidad de tu idea. Tienes que ser consciente de que continuamente vas a tener que reinventar tu negocio, tal y como hacen las grandes empresas. La ventaja para las pequeñas empresas es que son mucho más flexibles para adaptarse a los cambios. Así que aprovecha esta circunstancia.

¿CUÁLES SON LAS ALTERNATIVAS EN CASO DE QUE EL NEGOCIO NO DÉ LOS FRUTOS ESPERADOS?

Bueno, ha llegado el momento. Tienes todos los cabos atados y sólo queda cruzar los dedos para que las cosas se desarrollen según lo previsto. Pero, ¿qué hacemos si no es así? Pues poner en marcha el plan B, que vamos a idear para concluir este análisis. Pongámonos en lo peor: tu oficina se ha convertido en una tragedia. La primera opción será intentar reconducir la situación. Trata de que tus proveedores amplíen tus plazos de pago, solicita un préstamo (aunque eso aumentará inmediatamente tus gastos mensuales, quizá sea la inyección económica que necesitas para calmar a tus acreedores y recuperar tu posición), trata de ajustar al máximo los gastos fijos de tu empresa. Si las cosas no funcionan, puedes intentar vender tu negocio. Una empresa con pérdidas no suele ser la más apetecible para los inversores pero puede haber aspectos de tu negocio que reclamen su atención: por ejemplo, tu cartera de clientes, tu red de colaboradores, tus patentes o desarrollos, tus bienes… En cualquier caso, intenta evitar estas situaciones tan desagradables anticipándote a las dificultades y conservando siempre un fondo de maniobra por si llegan las épocas de vacas flacas. Sabemos que esta capacidad de previsión no suele ser habitual en el arranque de los negocios, cuando los emprendedores suelen invertir más de lo que deben. Pero recuerda que puede ser tu salvación en el momento menos esperado.

Y un último consejo: ten presente que, si finalmente fracasas, no será el fin del mundo. Seguramente habrás aprendido tanto de los errores que tu próxima aventura emprendedora será un éxito. Y, si decides volver al trabajo por cuenta ajena, la experiencia que habrás adquirido te hará ganar puntos ante tus superiores. ¡Ánimo y mucha suerte amigo(a) emprendedor(a)!

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