El contrato es simplemente un acuerdo de voluntades a través del cual una parte se obliga con otra a cumplir con una determinada prestación (dar, hacer o no hacer algo). Esto implica que surgen, entre las partes, derechos y obligaciones que deben ser cumplidas en los términos que señala el contrato. Por ejemplo, cuando compramos cualquier bien, el comprador se obliga a pagar una determinada suma de dinero (que llamamos precio) y el vendedor también adquiere la obligación de entregar un producto (la cosa) . Ambas partes están de acuerdo en los términos y en el objeto de ese contrato, independientemente de que éste quede o no escrito. (siempre es conveniente la escrituración para efectos de prueba).
Según la Ley, todo contrato legalmente celebrado constituye una ley para las partes contratantes. Lo anterior significa, que la firma de un documento de tales características, será absolutamente obligatoria y vinculante. Es deber de cada parte contratante, asumir su propia responsabilidad en la incorporación de cláusulas o estipulaciones, que sean acordes a sus expectativas comerciales.
Antes de firmar un contrato: Siempre léalo, es fundamental, básico. A los estudiantes de derecho les enseñan en primer año que se debe desconfiar hasta de la sombra. Más vale prevenir que lamentar. Siempre antes de firmar asegúrese de saber cuáles son sus obligaciones declaradas bajo el contrato. Si usted está incierto en cuanto a sus deberes, no firme, busque asesoría. Cuando le ofrecen una cuenta corriente, una tarjeta de multitienda o en fin, lo que sea, es importante que usted lea el documento. No se quede con lo que le cuentan. Leer y de ser necesario volver a leer.
Siempre para contratos que involucren grandes sumas de dinero o un bien preciado para usted es conveniente buscar un profesional. Los contratos que usted puede comprar hechos no están pensados para sus necesidades particulares, sino para la generalidad de los casos. Con un buen contrato. puede proteger su propiedad, y sus derechos.